El pasado 4 de septiembre, a las 4 de la tarde partía la Celestial Viajera desde su "casita blanca", allá en la cumbre de la montaña mayor, para ser bajada a su Pueblo entre miles de devotos y romeros.
La Viñuela, los Colchone, la Casilla de la Salve, Góngora se llenaron de fervor y devoción al paso de tan Bendita Señora. Sobre las 7 de la tarde llegaba al antiguo paso a nivel, volviendo su mirada hacia los enfermos del Hospital Infanta Margarita. En el discurrir de la comitiva romera se sumaron la multitud de personas que la esperaban, para así llegar a la Parroquia de San Francisco y San Rodrigo, donde ser cambiada y preparada para su entrada triunfal por los antiguos arcos de la calle Baena y llegar hasta la Parroquia Mayor, su casa en Cabra.
